martes, junio 12, 2007

Sensaciones...

Sensaciones nuevas, distintas, buenas y malas, agradables, decepcionantes, desilucionantes, sensaciones...

Sensaciones que se quieren repetir. Sensaciones que se quieren olvidar.

Lo cierto es que se viven, y es imposible definirlas luego. Someterlas a tener que ser definidas con tan sólo un adjetivo, que al final nunca es suficiente, es hundirlas y destruirlas de alguna forma, es tratar de explicar lo que siempre es inexplicable. Es, como me dijeron por ahi: "Explicar hechos del espíritu mediante geodésicas, es querer extirpar una angustia con tenazas de dentista".

Angustia... con sólo escribirlo ya sé que es ello lo que siento. Una angustia perseverante, inquietante, odiosa, con vida propia. Lo más terrible de todo, es que es mi culpa, y bueno, a parte de angustia, aparece la decepción, por mi misma, por lo ocurrido, por que pude hacer y no hice, por lo que supuestamente luché y salí derrotada de todas formas. Ese maldito querer es poder me pasa la cuenta y es infinita...

No quiero sonar derrotada, pero debo admitir que de a poco había encontrado equilibrio en esta vida que llevo. Había dejado de lado muchas cosas, por encontrar esa paz interior soñada por todos. Si pareciera que hubieran pasado meses desde aquello, y sólo fueron un par de días.

Leyendo a Galeano, me pregunto ¿Para qué? ¿Por qué? ¿Qué hicimos? ¿Qué he hecho yo? ¿Qué pasa? ¿Qué les pasa?

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