lunes, junio 05, 2006

A Veces

Aveces escribe de una forma que no comprendo, que me cuesta concebir que salga de aquellas manos, de aquello...
A veces es tan simple, que me pregunto como es que aún no lo había notado y me avergüenzo por momentos de mi estupidez momentánea, vergüenza que pasa luego, cuando noto una sonrisa en su rostro.
Otras veces lo odio, lo detesto, no entiendo, rabia, rabia es lo que siento, porque, porque tiene que ser así, porque es tan injusto, nada tiene sentido, como tantas otras veces, entonces que importa, si la mayoría de las cosas no lo tienen, y me deprimo más, por la mente limitada que poseo, y me desespero más, y me pregunto hasta donde llegar...
A veces es... sólo es... existimos como tales, como entes, como personas... y nada más...
A veces me pregunto que hicimos para merecer esto... más frecuentemente, me pregunto que hice para merecer esto...
Muchas veces me pregunto si él se pregunta lo mismo... y la respuesta nunca se hace presente...
Porque la vida esta llena de incertidumbre, y cuando estoy a punto de dejarlo todo, me abre un poco la puerta y no puedo... simplemente todo plan trazado perfectamente queda en eso, en un plan nunca llevado a cabo...
A veces no sé, a veces sé, y no importa... no importa para ti por lo menos, y si no importa para ti, no importa para mi, y ahí quedamos otra vez, en un vacío existencial, en una nada programada por alguien, o por nosotros mismos, quizás es un juego que queremos jugar y que nunca acabará, porque no queremos que acabe... quizás sólo sea que ahora te extraño más, y no puedo hacer mucho por cambiarlo... porque de veras te extraño...
A veces me siento suspendida en el aire, viendo como pasan las cosas en esta tierra, en nuestra tierra... viendo como te alejas y me alejo, como todo se transforma en recuerdos, en ideas trazadas, pero nunca concretadas, no sé porque en realidad... en esos momentos queríamos con todas nuestras ganas, que pasó después, me gustaría mucho saber...
Hubo veces en que me demostraste tanto con tan poco, y otras es que necesitaba mucho y no me diste nada... es injusto, si, pero lo aceptamos así, lo quisimos así, y aunque ahora preferiría eso, hay muy poco, casi nada, y las esperanzas se van, y noto el descontento general, no quiero, pero esta pasando...
A veces quiero decir tantas cosas y las palabras no alcanzan, porque alguna vez llegamos a una conexión más allá de las palabras, pero quizás ya la perdimos, y cuando quisiera que entendieras, te siento ciego, sordo y mudo, porque como dicen por ahí : “no hay peor ciego que el que no quiere ver”.
Allá tú con tus rarezas y peculiaridades... aquí yo, divagando y especulando sobre lo que no debería, porque a veces te quiero y otras no, porque quizás ahora te estoy queriendo más, pero tu no lo sientes, estás tan lejos, o quizás todo se este perdiendo, y esta es la despedida, la amarga despedida, la que siempre se trata de no vivir, pero no hay alegría sin pena...
A veces quisiera que las cosas fueran distintas, pero quien soy yo para exigir algo así, quien eres tu para aceptarlo, quienes somos para creer que nuestros sueños se harán realidad, aunque quizás si se harán realidad, pero no lo sabemos, no nos corresponde saberlo, siquiera preguntarlo, tan sólo aceptarlo...
Algunas veces, muy pocas por cierto, sueño contigo, de cosas extrañas, fuera de este mundo, y por un momento soy feliz y creo que es verdad...
A veces quiero gritar, sacar muchas cosas que en mi se albergan, incluso yo me escondo de ellas, y luego pienso en las repercusiones, y esas inmensas ganas desaparecen, y vuelvo a estar acostada en mi cama, con un insomnio de mierda, que no me deja dormir, que carcome mi conciencia, y la pone a prueba a cada momento, tratando de hacerla caer por su propio peso... pero soy más inteligente, y no lo logra... a veces quisiera ser más tonta en esas oportunidades, y todos los estratagemas desaparecerían...
A veces, de madrugada, lágrimas caen por mi mejillas, y me arrepiento de tanto, tanto...